SIEMPRE HA SIDO MIA
Don G me dio una orden: encontrar a su hija.
Hacerla entrar en razón. Traerla a casa.
Por supuesto, tomar a la princesa de la mafia de la mano será mi placer.
Pero no volverá a casa; se quedará conmigo.
Porque sin importar su contrato de matrimonio con otra familia,
Jenna Pachino siempre ha sido mía.