He esperado por un siglo a mi pareja. Si me rechaza, prenderé fuego el mundo.
Ella despertó al dragón.
Cada doncella sueña con ser rescatada por un príncipe apuesto de las garras de un dragón mortal. Pero yo soy el príncipe y el dragón.
Los antiguos rituales de cortejo demandaban que me robara a mi novia. Que la aprisionara en mi torre alta. Que le mostrara mis tesoros, mis vastas tierras y ejércitos.
He hecho todo eso y sin embargo me rechaza. Dice que no puede verse con un hombre que todavía piensa que Estambul es Constantinopla.
Debo conquistarla, pero no sé cómo. Pero debajo de mi corazón humano que late, duerme un dragón. Y cuando se despierta, nadie puede evitar que destruya el mundo.
Nadie más que ella.